El doloroso festejo de Ivo Mammini tras el empate agónico de Gimnasia ante Instituto

El Lobo rescató un punto clave para salir de la zona roja y, en medio de la euforia, el goleador se raspó las rodillas.

El doloroso festejo de Ivo Mammini tras el empate agónico de Gimnasia ante Instituto

El Lobo rescató un punto clave para salir de la zona roja y, en medio de la euforia, el goleador se raspó las rodillas.