Primera Nacional: Instituto ascendió a la Liga Profesional de Fútbol en medio de la furia de Estudiantes, de Caseros, contra el árbitro Fernando Espinoza

Instituto dio el salto a la Liga Profesional de Fútbol. La Gloria rescató un 1-1 en Córdoba con Estudiantes, de Caseros, en el partido de vuelta de la final del torneo Reducido (la semana pasada habían empatado sin goles) y accedió a la máxima categoría del fútbol argentino por ventaja deportiva: había terminado segundo en el torneo, detrás de Belgrano, y el Pincha había concluido séptimo. El partido tuvo una polémica actuación del árbitro Fernando Espinoza, que suele desempeñarse en la primera A y fue designado dada la importancia del encuentro.“Esta institución merecía este salto”, dijo Lucas Bovaglio, el entrenador de Instituto, en TyC Sports. Lloraba desde minutos antes de que Espinoza marcara el final. Su equipo no logró seguirle el ritmo a Belgrano, el campeón, pero se comprometió a alzarse con el segundo premio, el otro ascenso. Lo consiguió gracias a su fortaleza mental. “Un equipo de esfuerzo”, lo caracterizó Roberto Bochi, el mediocampista de los siete ascensos. Ese convencimiento lo devuelve a la máxima categoría, en un año positivo para el fútbol cordobés: Belgrano e Instituto suben y se unen en la Liga Profesional a Talleres, que tuvo buenos desempeños por las copas Libertadores y Argentina. Pleno de alegrías.¡LO EMPATÓ LA GLORIA!A los 56 minutos, Alarcón decretó con un cabezazo el 1-1 ante Estudiantes, en la final del reducido del #NacionalEnTyCSports. pic.twitter.com/8K970y3ETy— TyC Sports (@TyCSports) November 20, 2022El partido tuvo de todo en el primer tiempo, y siempre mantuvo las revoluciones por las nubes. Instituto apostó al volumen de juego y la posesión de la pelota. Pero empezó nervioso, superado por el contexto y el escenario. Por la obligación de no fallarle a su público, que colmó el estadio. Estudiantes olió sangre: una pelota parada, un córner perfecto del capitán Facundo Pereyra y la cabeza de Juan Cruz Randazzo para silenciar Alta Córdoba. Pero faltaba mucho. Muchísimo. Apenas se había jugado un cuarto de hora.Instituto quiso. Fue hacia adelante. Apostó al guión de siempre, pero pasaban los minutos y no vulneraba la sólida defensa visitante. Hasta que una jugada torció en su favor el destino: Lautaro Lusnig fue expulsado por una falta en la mitad de la cancha. Una jugada intrascendente, pero un destino fatal para Estudiantes. Sus jugadores protestaron a Espinoza, que no tuvo una buena noche. Prepotente para con los futbolistas y errático en sus decisiones.Más allá de la superioridad numérica, el local debió esperar a la segunda parte para empatar. Lo hizo después de un centro de Claudio Pombo al segundo palo, cabeceado al gol por Fernando Alarcón. Es probable que el VAR hubiera anulado la conquista por una posición adelantada milimétrica del zaguero. Pero en el fútbol de ascenso no hay asistencia de video. Y Espinoza apuntó a la mitad de la cancha. Gol. Delirio. El salto a la primera A.El partido no dio tregua, porque Estudiantes no estaba dispuesto a cruzarse de brazos y ver cómo el rival festejaba. Si algo sabe el equipo dirigido por Walter Otta es pelear. Jamás se dará por vencido. Eso hizo, con sus armas, y en un contexto desfavorable. Que empeoró cuando Elías Alderete, que recién había ingresado, vio la tarjeta roja. Primeramente Espinoza lo amonestó por un encontronazo con Sebastián Corda. Pero después de revisar su libreta el referí resolvió redoblar la sanción. Hubo bronca generalizada de Estudiantes contra el juez. La única explicación posible para la expulsión es que Alderete haya sido amonestado mientras estaba en el banco de suplentes. Nadie vio una primera tarjeta amarilla.¡INSTITUTO ES DE PRIMERA!#NacionalEnTyCSports En un empate repleto de polémicas, la Gloria se quedó con el último boleto a la Primera División gracias a la ventaja deportiva y será el tercer equipo cordobés en la máxima categoría, junto a #Talleres y #Belgrano. pic.twitter.com/WBdZCKMVJG— TyC Sports (@TyCSports) November 20, 2022Con once futbolistas contra nueve, Instituto dejó que el tiempo pasara. Tuvo algunas chances de aumentar la ventaja, sobre todo de contragolpe. Pero falló y mantuvo en partido a su adversario, que casi sacó petróleo en una jugada sobre el final. Tras cinco minutos de tiempo añadido, Espinoza decretó el final. La gloria para la Gloria. Y los jugadores de Estudiantes se le fueron al humo al referí.Que fue protegido por la custodia policial. “No hace falta hablar del arbitraje. Empatar como empatamos me enorgullece más que ascender de otra manera”, dijo Pereyra, el capitán del Pincha, en TyC Sports. La furia del lado blanquinegro era explícita.Del otro lado, la fiesta inundaba los cuatro puntos cardinales. Años debió aguardar Instituto para consumar su frustrado a la primera categoría. Frustrado hasta este sábado, nomás.

Primera Nacional: Instituto ascendió a la Liga Profesional de Fútbol en medio de la furia de Estudiantes, de Caseros, contra el árbitro Fernando Espinoza

Instituto dio el salto a la Liga Profesional de Fútbol. La Gloria rescató un 1-1 en Córdoba con Estudiantes, de Caseros, en el partido de vuelta de la final del torneo Reducido (la semana pasada habían empatado sin goles) y accedió a la máxima categoría del fútbol argentino por ventaja deportiva: había terminado segundo en el torneo, detrás de Belgrano, y el Pincha había concluido séptimo. El partido tuvo una polémica actuación del árbitro Fernando Espinoza, que suele desempeñarse en la primera A y fue designado dada la importancia del encuentro.

“Esta institución merecía este salto”, dijo Lucas Bovaglio, el entrenador de Instituto, en TyC Sports. Lloraba desde minutos antes de que Espinoza marcara el final. Su equipo no logró seguirle el ritmo a Belgrano, el campeón, pero se comprometió a alzarse con el segundo premio, el otro ascenso. Lo consiguió gracias a su fortaleza mental. “Un equipo de esfuerzo”, lo caracterizó Roberto Bochi, el mediocampista de los siete ascensos. Ese convencimiento lo devuelve a la máxima categoría, en un año positivo para el fútbol cordobés: Belgrano e Instituto suben y se unen en la Liga Profesional a Talleres, que tuvo buenos desempeños por las copas Libertadores y Argentina. Pleno de alegrías.

El partido tuvo de todo en el primer tiempo, y siempre mantuvo las revoluciones por las nubes. Instituto apostó al volumen de juego y la posesión de la pelota. Pero empezó nervioso, superado por el contexto y el escenario. Por la obligación de no fallarle a su público, que colmó el estadio. Estudiantes olió sangre: una pelota parada, un córner perfecto del capitán Facundo Pereyra y la cabeza de Juan Cruz Randazzo para silenciar Alta Córdoba. Pero faltaba mucho. Muchísimo. Apenas se había jugado un cuarto de hora.

Instituto quiso. Fue hacia adelante. Apostó al guión de siempre, pero pasaban los minutos y no vulneraba la sólida defensa visitante. Hasta que una jugada torció en su favor el destino: Lautaro Lusnig fue expulsado por una falta en la mitad de la cancha. Una jugada intrascendente, pero un destino fatal para Estudiantes. Sus jugadores protestaron a Espinoza, que no tuvo una buena noche. Prepotente para con los futbolistas y errático en sus decisiones.

El hombre del gol: Fernando Alarcón, de cabeza, le dio a Instituto el ascenso a la Liga Profesional.

Más allá de la superioridad numérica, el local debió esperar a la segunda parte para empatar. Lo hizo después de un centro de Claudio Pombo al segundo palo, cabeceado al gol por Fernando Alarcón. Es probable que el VAR hubiera anulado la conquista por una posición adelantada milimétrica del zaguero. Pero en el fútbol de ascenso no hay asistencia de video. Y Espinoza apuntó a la mitad de la cancha. Gol. Delirio. El salto a la primera A.

El partido no dio tregua, porque Estudiantes no estaba dispuesto a cruzarse de brazos y ver cómo el rival festejaba. Si algo sabe el equipo dirigido por Walter Otta es pelear. Jamás se dará por vencido. Eso hizo, con sus armas, y en un contexto desfavorable. Que empeoró cuando Elías Alderete, que recién había ingresado, vio la tarjeta roja. Primeramente Espinoza lo amonestó por un encontronazo con Sebastián Corda. Pero después de revisar su libreta el referí resolvió redoblar la sanción. Hubo bronca generalizada de Estudiantes contra el juez. La única explicación posible para la expulsión es que Alderete haya sido amonestado mientras estaba en el banco de suplentes. Nadie vio una primera tarjeta amarilla.

Con once futbolistas contra nueve, Instituto dejó que el tiempo pasara. Tuvo algunas chances de aumentar la ventaja, sobre todo de contragolpe. Pero falló y mantuvo en partido a su adversario, que casi sacó petróleo en una jugada sobre el final. Tras cinco minutos de tiempo añadido, Espinoza decretó el final. La gloria para la Gloria. Y los jugadores de Estudiantes se le fueron al humo al referí.

Que fue protegido por la custodia policial. “No hace falta hablar del arbitraje. Empatar como empatamos me enorgullece más que ascender de otra manera”, dijo Pereyra, el capitán del Pincha, en TyC Sports. La furia del lado blanquinegro era explícita.

Los once titulares de Instituto en Alta Córdoba, el 1-1 con Estudiantes, de Caseros, le alcanzó al anfitrión para ascender, porque tenía ventaja deportiva por haber sido segundo en la tabla anual.

Del otro lado, la fiesta inundaba los cuatro puntos cardinales. Años debió aguardar Instituto para consumar su frustrado a la primera categoría. Frustrado hasta este sábado, nomás.